Disparatadamente, a contracorriente.

Era domingo por la mañana, y hacía un tiempo de ese que firmarías para los 364 días del año restantes. Paseaba de camino al sitio dónde había quedado para comer cuando, de repente, me distrajo el clamor de unos niños jugando en un parque, justo en frente de la calle. Me empecé a acordar, entonces, … More Disparatadamente, a contracorriente.